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Esta vela es una oda a la belleza efímera y la alegría pura. Captura la esencia de La Posada, un lugar que trasciende el concepto de floristería para convertirse en un santuario de color y emoción. Al frente está Chus, cuya dulzura y amor por su oficio son tan contagiosos como su sonrisa, capaces de iluminar el día más gris. Su tienda es una explosión controlada de vida: sus arreglos florales son poesía visual, sus decoraciones transforman espacios y sus talleres siembran inspiración. Es un rincón donde no solo se compran flores, sino donde se experimenta la belleza con los cinco sentidos.
Notas Olfativas:
Nota de Salida: Una entrada luminosa y pura de flores blancas y la dulzura celestial del jazmín. Es el primer impacto al abrir la puerta: una ráfaga de frescura y esperanza, como un ramo recién cortado bajo el sol de la mañana.
Nota de Corazón: El aroma se vuelve profundo, terroso y fascinantemente complejo. La nobleza cálida de la madera de sándalo se entrelaza con la exótica y sensual fragancia del ylang-ylang. El toque terroso y místico del pachulí se equilibra con la romanticidad clásica y suave de la rosa. Esta capa evoca la maestría y el alma artesanal de cada creación.
Nota de Fondo: El recorrido culmina en una sensación de calidez profunda y abrazo reconfortante. Las notas ricas y doradas del ámbar se fusionan con la suavidad íntima y sensual del almizcle (musk). Es la calidez del local, el corazón acogedor del espacio y el recuerdo duradero de la belleza experimentada.
Para maximizar su duración, asegúrate de recortar la mecha a unos 5 mm antes de cada encendido y deja que la vela se queme hasta que toda la superficie se derrita en el primer uso para evitar la formación de "túneles".
Cera 100% de soja sin aditivos, mecha de algodón y aceites aromáticos de calidad premium, certificados por la IFRA





